Me gustaría sumar la Teoría de la Autodeterminación, presentada por los investigadores Edward L. Deci y Richard Ryan en su libro "Motivación Intrínseca y Autodeterminación en el Comportamiento Humano". Esta teoría apunta a tres elementos indispensables para que se dé la motivación intrínseca: (1) Competencia: la sensación de eficacia y confianza en uno mismo para perseguir y realizar tareas. (2) Pertenencia: un sentimiento de seguridad y conexión con el entorno de aprendizaje. (3) Y autonomía o libertad de acción.
Este texto retoma algunos de los puntos enunciados, y suma algunos más. Si bien los autores aplican estas características al estudio de la motivación por aprender, se postulan también como necesidades psicológicas básicas que quizá sumen al momento de entender por qué hacemos lo que hacemos... o no hacemos.
Me quedo con esta frase "Las visiones sobre el mundo son como filtros cognitivos que afectan la manera en la que las personas percibimos la realidad y tomamos decisiones."
No me gusta hablar en contra de las convicciones personales. No las veo mal. Pero es cierto que en general, cuando esas convicciones no son muy conscientes, condicionan al pensamiento. Por eso, en mi experiencia personal, cuando debemos convencer a una persona que sabemos o detectamos que tiene determinadas convicciones, lo ideal, es abordar los fundamentos de esa convicción. Sino, la charla se transforma una discusión bizantina, que no trasciende la superficialidad y no sale de lo anecdótico y lo vano.
En cambio, abordar el nudo de las diferencias: por ejemplo, si una persona entiende y cree que el proceso de la adquisición de conocimiento vía el método científico es válido o no. Y a partir de allí, hacerle razonar sobre obviedades derivadas: "por que estás en contra de las vacunas y no del resto de los medicamentos", por ejemplo. Eso, puede ser un camino un poco mas fructífero.
y agrego, en mi experiencia persona, muy pocas veces una persona está convencida de algo erróneo por una falta de información. La mayor parte de las veces, es un sesgo cognitivo propio de posiciones o convicciones previas. Con lo que la gran tarea, es trabajar sobre esos sesgos cognitivos. Además, una persona que no está especializada, como hace para nutrirse de información que lleva 6 años de estudios en una facultad, en el medio de una charla o debate. Las diferencias de conocimiento son reales, al mismo tiempo que insalvables en el corto plazo. Por eso lo mejor es trabajar sobre la aceptación, entendiendo que podemos hacer "algo" por informar, pero nunca alcanzará para darle todos los elementos.
Me parece que aplica la frase de José Saramago: “He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro”.
Me gustaría sumar la Teoría de la Autodeterminación, presentada por los investigadores Edward L. Deci y Richard Ryan en su libro "Motivación Intrínseca y Autodeterminación en el Comportamiento Humano". Esta teoría apunta a tres elementos indispensables para que se dé la motivación intrínseca: (1) Competencia: la sensación de eficacia y confianza en uno mismo para perseguir y realizar tareas. (2) Pertenencia: un sentimiento de seguridad y conexión con el entorno de aprendizaje. (3) Y autonomía o libertad de acción.
Este texto retoma algunos de los puntos enunciados, y suma algunos más. Si bien los autores aplican estas características al estudio de la motivación por aprender, se postulan también como necesidades psicológicas básicas que quizá sumen al momento de entender por qué hacemos lo que hacemos... o no hacemos.
Me quedo con esta frase "Las visiones sobre el mundo son como filtros cognitivos que afectan la manera en la que las personas percibimos la realidad y tomamos decisiones."
No me gusta hablar en contra de las convicciones personales. No las veo mal. Pero es cierto que en general, cuando esas convicciones no son muy conscientes, condicionan al pensamiento. Por eso, en mi experiencia personal, cuando debemos convencer a una persona que sabemos o detectamos que tiene determinadas convicciones, lo ideal, es abordar los fundamentos de esa convicción. Sino, la charla se transforma una discusión bizantina, que no trasciende la superficialidad y no sale de lo anecdótico y lo vano.
En cambio, abordar el nudo de las diferencias: por ejemplo, si una persona entiende y cree que el proceso de la adquisición de conocimiento vía el método científico es válido o no. Y a partir de allí, hacerle razonar sobre obviedades derivadas: "por que estás en contra de las vacunas y no del resto de los medicamentos", por ejemplo. Eso, puede ser un camino un poco mas fructífero.
y agrego, en mi experiencia persona, muy pocas veces una persona está convencida de algo erróneo por una falta de información. La mayor parte de las veces, es un sesgo cognitivo propio de posiciones o convicciones previas. Con lo que la gran tarea, es trabajar sobre esos sesgos cognitivos. Además, una persona que no está especializada, como hace para nutrirse de información que lleva 6 años de estudios en una facultad, en el medio de una charla o debate. Las diferencias de conocimiento son reales, al mismo tiempo que insalvables en el corto plazo. Por eso lo mejor es trabajar sobre la aceptación, entendiendo que podemos hacer "algo" por informar, pero nunca alcanzará para darle todos los elementos.
Me parece que aplica la frase de José Saramago: “He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro”.